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Añadir una cascada o fuente a tu piscina es una excelente manera de darle un toque único y personalizado. Estos accesorios no solo mejoran la estética de tu piscina, sino que también proporcionan una experiencia relajante y refrescante. En este artículo, te enseñamos cómo añadirla a tu piscina de forma sencilla y eficiente.

Elige el tipo de cascada o fuente

Hay varios tipos de cascadas y fuentes disponibles en el mercado, cada una con su propio estilo y características únicas. Algunas opciones populares incluyen:

  • Cascadas de piedra: son una opción popular debido a su aspecto natural y rústico. Estas cascadas suelen estar hechas de rocas o piedras apiladas para crear una apariencia natural.
  • Cascadas de acero inoxidable: son elegantes y modernas, y vienen en una variedad de formas y tamaños. Son duraderas y resistentes a la corrosión, lo que las hace ideales para su uso en piscinas.
  • Fuentes: son una excelente opción si buscas algo más elegante y sofisticado. Estas pueden ser de diferentes tamaños y formas, desde pequeñas fuentes de pared hasta grandes fuentes centrales.

Determina la ubicación de la cascada o fuente

Una vez que hayas elegido el tipo de cascada o fuente que deseas incorporar en tu piscina, es importante determinar su ubicación. Debes elegir una ubicación que sea visible desde tu área de descanso o desde donde más disfrutes de la piscina. También es importante que no entorpezca el paso de personas o las labores de mantenimiento del resto de accesorios o elementos de la piscina.

Instala la cascada o fuente

Si no te sientes cómodo haciéndolo tú mismo, siempre puedes contratar a un profesional para que lo haga por ti. En Piscinas Lara somos expertos con décadas de experiencia a nuestras espaldas. Contacta con nosotros para obtener un asesoramiento personalizado.

Ajusta el flujo de agua

Después de instalar la cascada o fuente, es importante ajustar el flujo de agua para lograr el efecto deseado. Puedes ajustar la velocidad y el flujo de agua para crear diferentes efectos, desde una corriente suave hasta una cascada fuerte y ruidosa.

Mantenimiento regular

Una vez que hayas instalado tu cascada o fuente, es importante mantenerla en buenas condiciones. Esto incluye limpiar regularmente la fuente o cascada para evitar la acumulación de algas y otros depósitos. También debes asegurarte de que el agua circule correctamente y mantener el sistema de filtración en buen estado.

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