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Las instalaciones cuyo funcionamiento requiere el uso de agua son un lugar potencial para albergar microorganismos, sobre todo la Legionella. Como hemos mencionado en otras ocasiones, esta bacteria crece y se reproduce muy fácilmente y supone un riesgo para la salud humana. Es necesario el uso de biocidas para desinfectar el agua y mantenerla limpia. Sin embargo, hay muchos tipos de biocidas y hoy hablaremos sobre los biocidas no oxidantes.

Como hemos mencionado en otro post anterior, hay ocasiones en las que es necesaria la aplicación de biocidas que no resulten abrasivos o corrosivos para las superficies de la piscina. Por esta razón el uso de biocidas no oxidantes se ha extendido tanto como tratamiento principal o como un complemento para otros tratamientos. Los biocidas no oxidantes actúan con un pH alcalino, bastante alto, por lo que pueden resultar corrosivos para la piscina o la salud de las personas que se quieren bañar.

¿Qué tipos de biocidas no oxidantes existen?

Para el tratamiento suave de la piscina puedes usar amonios cuaternarios, poliamonios cuaternarios, fosfonios cuaternarios, isotiazolonas, compuestos organobromados, aldehídos, compuestos órgano azufrados, iones metálicos o clorhidratos de biguanidina. Estos químicos se utilizan normalmente como mantenimiento y desinfección, ya que algunos han demostrado tener una fuerza superior a la de los biocidas oxidantes. No obstante, son bastante compatibles con el cloro, por lo que se pueden utilizar en conjunto.

El modo de aplicación de los tratamientos biocidas no oxidantes es de forma discontinua, siendo más recomendable su uso para tratamientos de choque. Pero si se dosifican bien se pueden aplicar de forma continua. Este tipo de biocidas son mucho más estables y su duración es mucho mayor que la de los biocidas oxidantes. Los únicos motivos por los que se reduce su concentración pueden ser la pérdida de agua del sistema y la degradación de los principios activos. Cada biocida tiene su uso y su actividad, por lo que puedes utilizar un programa de tratamiento con varios biocidas simultáneamente.

Para concluir, veamos una comparación entre los oxidantes y los no oxidantes. Los biocidas oxidantes tienen las siguientes características: son poco estables, son persistentes en el agua, son corrosivos, su actividad depende del nivel del pH, penetra poco en el biofilm y necesita poco tiempo de contacto, ya que actúa con rapidez. Los biocidas no oxidantes son más estables y persistentes en el agua, no son corrosivos, su actividad no depende del nivel del pH, tiene un gran poder de penetración en el biofilm y necesitan más tiempo de contacto.

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